La unión de los ríos Miño y Sil y de cientos de hilos de agua conforma un territorio de altos cañones y valles fluviales, por donde el agua discurre entre abruptas pendientes.
A la franja de terreno que desde el altiplano se asoma a las escarpadas vertientes se la conoce como bocarribeira. Las bocarribeiras del Miño y del Sil en Ribeira Sacra son asiento de numerosas aldeas que otean el fondo del valle.
A pesar de la aparente naturalidad y aislamiento, se trata de un espacio fluvial intensa y largamente intervenido, donde cada metro de tierra disponible ha sido adaptado a las necesidades de la vida humana. La naturaleza, el género humano, sus creencias, anhelos y sentido de supervivencia han creado en estos parajes una de las sinfonías más hermosas a partir del agua.